La cirugía plástica en verano requiere cuidados especiales.

La preparación preoperatoria incluye que el paciente sea aliviado de la inflamación, con un peso y porcentaje de grasa adecuados. Sin embargo, el riesgo del procedimiento no es mayor en calor.

Muchas personas aprovechan los meses de diciembre y enero para realizarse procedimientos estéticos, especialmente cirugías plásticas, ya que el período vacacional permite el descanso necesario luego del procedimiento. Sin embargo, esta es la época más calurosa del año y los entusiastas de la cirugía plástica suelen escuchar advertencias sobre operaciones de esta naturaleza en verano. 

La Asociación Brasileña de Cirugía Plástica (Baps) garantiza que no existe ningún factor limitante para realizar la intervención en esta estación del año. “El momento adecuado es el mejor para el paciente, cuando tiene tiempo y puede seguir las recomendaciones pre y postoperatorias, independientemente de la temporada”, dice Antonio Marcos Pinto Coelho Júnior, integrante del Baps, especialista en cirugía del contorno corporal y senos. 

El médico explica que el calor tiene un impacto en el cuerpo, especialmente después de la operación. “Las altas temperaturas favorecen la aparición de hinchazón, especialmente en pacientes con predisposición a la retención de líquidos. El calor y el aumento de la sudoración pueden provocar algunas molestias al utilizar prendas compresivas, necesarias en el postoperatorio”, señala. 

Baps informa que el procedimiento en verano requiere cuidados especiales para mantener la comodidad y seguridad en el postoperatorio. 

Uno de los principales factores para el éxito y la seguridad de la cirugía plástica es una adecuada preparación preoperatoria. Hay que desinflamar al paciente antes de la cirugía para que ésta se pueda realizar con mayor seguridad, explica el doctor Antonio Marcos. 

“El riesgo del procedimiento no aumenta durante las temporadas de calor; aumenta si el paciente acude a la cirugía en el momento equivocado”, afirma, destacando que el paciente debe estar libre de inflamación, con el peso y porcentaje de grasa adecuado para ser operado. 

“El perfil inflamatorio se evalúa mediante pruebas de laboratorio que nos permiten analizar vitaminas, hormonas, marcadores inflamatorios y niveles de azúcar en sangre, además de la composición corporal mediante bioimpedancia. Tras interpretar todos los datos, es posible elaborar una planificación preoperatoria personalizada, con la introducción de suplementos, dieta adecuada, actividad física, ingesta de agua, regulación del sueño y hábitos intestinales”, afirma. 

El paciente desinflamado tendrá un postoperatorio más tranquilo, con menos dolor, reducción de la hinchazón, mayor retracción de la piel, cicatrices de mejor calidad y una reincorporación más temprana a las actividades diarias. 

“Es fundamental extremar el cuidado con la fotoprotección, ya que en verano la exposición solar y los niveles de radiación UV son mayores, lo que favorece la aparición de manchas postoperatorias y el oscurecimiento de las cicatrices”, advierte el especialista. Es fundamental evitar al máximo la exposición al sol durante los primeros tres meses posteriores al procedimiento. Pasado este periodo se debe utilizar en la zona operada un protector con al menos SPF 30 y ropa UV. 

Otra precaución es la hidratación. “El aumento de la sudoración en verano favorece la deshidratación del cuerpo. Es importante beber muchos líquidos para ayudar a reducir la hinchazón y ayudarle a recuperarse después de la cirugía. Se pueden recomendar sesiones de drenaje linfático”, concluye Antonio Marcos Pinto Coelho Júnior.


Fuente: https://www.em.com.br/colunistas/anna-marina/2024/01/6781162-cirurgia-plastica-no-verao-exige-cuidados-especiais.html



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